AXEL KICILLOF BUSCA MODERAR LA INTERNA DEL PERONISMO BONAERENSE NO OBSTANTE AFLORAN SEÑALES DE RUPTURA
Subido a la gestión, el gobernador recorrió distritos donde La Cámpora conduce políticamente. También se mostró con la UOM en Mar del Plata y no se mete en la discusión interna de los últimos días. Sin embargo los gestos de los entornos complica la unidad
El posicionamiento que puso a la luz el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, quien reclamó por una conducción de Cristina Kirchner sin “tres ñatos” que den indicaciones por whatsapp y al que se plegaron otros dirigentes del peronismo K como el intendente de Ensenada, Mario Secco, forjó un quiebre a cielo abierto en el peronismo de la provincia de Buenos Aires. En este esquema, la atención se posa también sobre los pasos del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, ya que cerca suyo se mueve la mesa política de Larroque, Secco y demás figuras que ven en el mandatario la cara de un nuevo liderazgo en la construcción política con miras a las elecciones del año que viene y el 2027.
Pero hasta ahora Kicillof se mantiene estoico y trata de evitar la confrontación que ya es un hecho dentro del peronismo bonaerense. Como dio cuenta Infobae, este miércoles el gobernador estuvo en Quilmes y Hurlingham inaugurando obras. Son dos distritos gobernados por militantes y dirigentes de La Cámpora. Mayra Mendoza en Quilmes y Damián Selci en Hurlingham. Kicillof llegó con agenda de gestión a ambos municipios. Compartió actividades con los intendentes en cuestión donde, según testigos de ambos eventos, primó la frialdad entre los protagonistas.
Este jueves, el mandatario provincial mantuvo actividades en la Quinta sección electoral: Mar Chiquita, Mar del Plata y General Alvardo, en ese orden. En Mar Chiquita lo recibió el intendente Walter Wischnivetzky y su jefe político, el ex intendente Jorge “Pitingo” Paredi, que integra el directorio de ABSA. Paredi ha tenido tiempo atrás sus idas y vueltas con La Cámpora. Allí inauguró la ampliación del Centro de Atención Primaria de la Salud.
En Mar del Plata fue la actividad de corte más político. Kicillof encabezó el cierre del Congreso Nacional de la UOM junto a su secretario general, Abel Furlán. Semanas atrás, en una entrevista en C5N, el periodista Alejandro Bercovich le consultó si prefería a Sergio Massa o a Kicillof para encarar el futuro del peronismo. Furlán se inclinó por el mandatario bonaerense. Ante la repregunta Kicillof o Máximo Kirchner, también optó por el gobernador. La relación entre el sindicalista y Kirchner -además comparten bloque en la Cámara de Diputados de la Nación- es fluida; pero la respuesta en ese reportaje fue todo un síntoma.
“En este contexto, nuestra obligación es defender a las y los bonaerenses: no se trata de discutir teorías económicas, sino de cuidar el empleo y garantizar los derechos a la salud y la educación”, planteó Kicillof en Mar del Plata. El gobernador estuvo escoltado por el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa; el organizador de la actividad en la Quinta de San Vicente durante el último fin de semana en donde Larroque encendió la mecha.
De la actividad en Mar del Plata también participó la ex titular de ANSES y dirigente kirchnerista, Fernanda Raverta. Si bien no es la primera vez que participa en este tipo de actos y suele recibir a Kicillof cada vez que visita la ciudad costera, su presencia en este contexto actual de la interna busca descomprimir la cuestión. Raverta es una de las figuras de la conducción camporista, la organización que comanda Máximo Kirchner y donde apunta un sector de la dirigencia peronista a la hora plantear una re-discusión en el rumbo del PJ.
Uno de los que está detrás de esta misión de rediscusión es el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, que -como relató este medio- viene moviéndose por lo bajo en distintos puntos de la Provincia y juntando fotos con personas un tanto refractarias a la organización de Kirchner.
Sin embargo, en La Cámpora, algunos memoriosos recuerdan cuando Ferraresi elogiaba a Kirchner por su designación como presidente del bloque de diputados nacionales de Unión por la Patria, entre otros antiguos episodios de sintonía fina
No es nuevo el álbum de fotos que viene componiendo el intendente de Avellaneda desde principios de este año. Sin embargo en las últimas horas volvió a sorprender al mundo peronista cuando sentó en su despacho al histórico ex intendente de Merlo, Raúl “Vasco” Othacehé, junto a su hijo el concejal Pablo Othacehé.
Merlo fue gobernado por Othacehé desde 1991 a 2015, cuando perdió frente al actual jefe comunal Gustavo “Tano” Menéndez. Menéndez ha construido cierto despliegue en el Partido Justicialista y mantiene buena sintonía tanto con Kirchner como con Kicillof. De hecho, fue uno de los intendentes que colaboró con su visto bueno para que el diputado nacional llegara a la presidencia del PJ bonaerense. Aunque la foto de Ferraresi y Othacehé tiene como destinatario final Máximo Kirchner, según se pudo saber que en Merlo la jugada del jefe comunal de Avellaneda no cayó para nada simpática.
Es en medio de todos estos episodios es que Kicillof busca esquivar la discusión y salir por arriba del laberinto que por estos días se formó en la interna peronista con epicentro en la provincia de Buenos Aires. En La Cámpora y los satélites kirchneristas que orbitan a su alrededor plantean que no es momento de plantear la discusión interna. En la mesa que rodea a Kicillof, se preguntan si no es ahora cuándo hacerlo; entendiendo que en 14 meses hay cierre de listas.