La Falsedad de instrumento público es de fácil resolución

 Nuevamente Amado Boudou solicitó la postergación de su declaración
indagatoria, esta vez ante le juez Claudio Bonadío que lo investiga por
las supuestas irregularidades en la documentación de automotor.

Se investiga la falsedad de un instrumento público destinado a  acreditar
la titularidad de un bien registrable, como  es el caso de los
automóviles, de allí la intervención de la justicia federal, en Comodoro
Py 2002.

Quienes transitamos diariamente los pasillos de tribunales y asistimos a
sendas audiencias por estos temas sabemos perfectamente que estas causa
son de fácil resolución. En su mayoría, casi sin excepciones la cuestión
de dilucida con dos simples pericias. Una que establezca la falsedad del
documento y otra que atribuya autoria al sospechoso.

En este marco no se entiende la solicitud de postergación solicitada por
el vicepresidente de la Nación, no es necesario que prepare una defensa
exhaustiva ni minuciosa. En estos casos las cosas pueden pasar
desapercibidas por los empleados del Registro del Automotor, pero cuando
son advertidas, pues la mala fe queda al desnudo, y es difícil hacerse el
distraído.

Por supuesto que falsificar o utilizar un instrumento publico falso,
sabiendo que lo es, es un delito. Pero además es una conducta burda,
grosera, torpe, rustica, tosca, impropia de una persona de buena fe, pero
también improcedente para una persona que conoce mínimamente los efectos jurídicos y legales de los documentos públicos.
Cuesta creer, por lo inculto  y mostrenco que el vicepresidente de la
República se encuentre imputado de cualquier delito, pero más aún de una
conducta tan miserable.