EL PRECANDIDATO A GOBERNADOR DELFR DE NARVAÉZ PIDIÓ UNA GRAN INTERNA BONAERENSE

Con seis campañas encima y una vastísima experiencia en enfrentar cámaras y micrófonos,Francisco de Narváez es uno de esos políticos que no se espanta ante ninguna pregunta. Puede que no conteste exactamente al interrogante, pero no lo invadirá la duda o el silencio. En todo caso, dirá que no va a responder a tal o cual punto. Como cuando se le consultó cuánto dinero de la fortuna familiar lleva invertido en sus aspiraciones electorales. “Lo sé, pero no lo voy a decir”.

De impecable traje azul, camisa y corbata a tono, el diputado arriba al bar palermitano donde lo citóInfobae con puntualidad y de buen ánimo. Aunque es de mañana, su semblante es el de una persona que lleva horas despabilada. Es que ya pasó una hora en un set de TV y acostumbra a despertarse de madrugada para hacer ejercicio. “Correr te despeja, te desconecta”, recomienda.

“¿Por qué Sergio Massa?”, repite cuando se lo indaga sobre su desembarco en el Frente Renovador. Explica que el ex jefe de Gabinete se ha definido “como el presidente de la seguridad” y ha puesto “a la Provincia como la gran locomotora de lo que viene”. “A mí me convence de que esa fuerza es la que quiero estar“, añade.

De Narváez fue uno de los dirigentes que tiempo atrás planteó que la oposición debería converger en una interna amplia, que aglutine a los principales candidatos. Todavía sostiene la idea. Dice que él también está dispuesto a una primaria única con opositores en la Provincia. Incluso, que se anima a debatir en público.

El candidato pide un café con leche. También un pedazo de torta que una vez que se entusiasme con la charla no tocará. Antes de comenzar de manera formal el diálogo toma una lapicera y un papel, explora su memoria reciente y anota los nombres de los cuatro periodistas que se sientan a la mesa. Los mencionará a todos a su turno, sosteniendo una mirada gélida y a la vez apacible.

Durante 53 minutos hará gala de un repertorio meticuloso de buenas prácticas del entrevistado que incluye, entre otros tips, el de recurrir al ejemplo cuando una idea empieza a volverse difusa o interrogar a sus interlocutores para poner en boca de ellos lo que él no quiera decir. Un calculado oficio que conoce a la perfección.

“El Colorado” venció a Massa en 2009 cuando, acompañado de Mauricio Macri y Felipe Solá -hoy también enrolado en las filas del FR-, se impuso a la boleta que tenía al ex intendente de Tigre entre los testimoniales junto a Néstor Kirchner y Daniel Scioli. En las elecciones intermedias siguientes volvió a enfrentarlo; esa vez usó una alusión personal para diferenciarse: “Massismo es más de lo mismo“.

“Me equivoqué“, alega sin titubear cuando se le recuerdan aquellos momentos. Menciona que en 2013 su mensaje se basaba en la lógica binaria del “Ella o vos” y que su entonces rival supo “capitalizar ese extremo con una campaña más atenuada, con la avenida del centro, que es lo que la mayoría de los argentinos quiere transitar”. Luego marca coincidencias en las votaciones en el Congreso y destaca que el precandidato presidencial “haya tenido coraje en 2013 de no mirar encuestas o esconderse y salir a frenar la reelección”.

La defensa al jefe del sello bajo cuyo paraguas una vez más buscará gobernar la provincia de Buenos Aires llega incluso a desvincularlo de responsabilidad alguna a la acusación que años atrás el kirchnerismo hizo en su contra por el tráfico de efedrina: “Sergio fue muy claro, me contó que cuando Néstor Kirchner les dijo ‘no se preocupen por El Colo porque le vamos a tirar un carpetazo’, él les dijo que un gobierno y el peronismo no hacían eso. Y me consta que no estuvo de acuerdo”.

El legislador tiene su norte puesto en la gobernación bonaerense hace años. Pero hubo un momento en que su sueño fue más allá. “Cuando vos le ganás una elección a Néstor Kirchner creés que sos Gardel, la orquesta y el público. A partir de ahí ya era gobernador. Claramente me confundí, porque tengo una limitación constitucional, y pensé que podía ser presidente de la Nación“, confiesa. Afirma que la Justicia provincial le quitó las restricciones que en principio sufría por su nacimiento en Colombia y que podría intentar que a nivel nacional ocurra lo mismo, pero ya desistió de esa disputa: “No estoy dispuesto a discutir”.

Con dos campañas a gobernador a cuestas, este empresario que dejó los fructíferos negocios de su familia para abrazar la política tiene a la seguridad al tope de sus preocupaciones. Con un diagnóstico que advierte sobre una seria penetración del narcotráfico, habla de crear una Agencia Federal Antinarcóticos; de reformar la ley migratoria; de subir penas a los traficantes; de controlar las fronteras y de crear fiscalías especiales para atacar el flagelo. Y remarca que todo puede lograrse sin demasiadas complicaciones con un presidente con “voluntad” de “ordenar las fuerzas de seguridad”. Para él, Massa.

La inseguridad es un tema que lo persigue hasta en su propia casa. Cuenta que cuando le comentó a su esposa Agustina que pretendía ir a ver el partido entre River y Boca con sus hijos recibió un “¿te parece?” como respuesta. “Todos sabemos que eso es no”, espeta, y lo usa el caso de ejemplo para denunciar el “miedo” que reina en la sociedad.

Sus prioridades para una eventual llegada al Ejecutivo la completan la economía y la educación. Sobre la primera, enfatiza la necesidad de recuperar el Fondo de Reparación Histórica del Conurbano: “Quedó congelado hace 20 años y con esa diferencia la provincia comienza a ser superavitaria”. Sobre la segunda, señala que hay que acabar con los “ñoquis” y trabajar en la deserción. También se manifiesta en contra del proyecto para promover de año a los alumnos para “no estigmatizarlos”, como de aquel que los coloca en posición de evaluar a sus docentes.

Para el diputado, la Provincia es la clave por la que Massa corre con ventaja sobre Macri en la carrera opositora por la presidencia. “Las dos fuerzas que dominan territorialmente la provincia son el FpV y el FR. ¿Cómo se hace un presidente si no tiene votos en la Provincia? El PRO no tiene partido porque hace dos elecciones que no presenta candidatos”, observa.

El macrismo vuelve a ser mencionado por De Narváez al analizar la tensión que enfrenta por estos días la Corte Suprema a raíz de los cuestionamientos del oficialismo a algunos de los jueces. Lo hace al sugerir un eventual pacto de ese partido y su socio la UCR con el kirchnerismo para lograr colocar cada uno un integrante en un tribunal que quedó diezmado en los últimos meses. Indagado sobre la denuncia, aclara que sólo era una “advertencia”.

“Que un gobierno en retirada que está tratando de meter jueces para ganar impunidad logre conseguir socios en otros partidos políticos para ellos tener su juez en la corte suprema no lo aceptamos”, lanza.Para explicar su confianza sobre las oportunidades del Frente Renovador en los comicios, el precandidato cita la convocatoria que tuvo el acto que Massa encabezó en la cancha de Vélez hace dos viernes. “Fue una manifestación de millones de argentinos para el futuro. Me emocionó cuando cantamos el himno”, dice. Reconoce que para el evento el partido se encargó de poner 2.500 colectivos para movilizar a sus seguidores. Consultado sobre las acusaciones de clientelismo que le suelen valer al oficialismo prácticas de esa naturaleza, marca diferencias: “Nosotros no apretamos, no tomamos lista”. Y agrega a su justificación:”La mayoría de nuestros votantes no tienen auto o chofer. No hacemos comidas en donde se paga 50 mil pesos por cubierto. Me parece una obscenidad”. La referencia es obvia: otra vez Macri.Fte.infobae