viernes 9 de mayo de 2025 15:46:00

LA PLATA: Se levantó el auto acuartelamiento de los Policías

99422_AR_ParoDocente_ACTA

A una semana de su reasunción, el gobernador prefirió mantener el silencio y se limitó a encabezar la primera reunión de su nuevo gabinete ministerial, y fueron su jefe de Gabinete, Alberto Pérez y el titular del área de Seguridad, Ricardo Casal, los voceros del gobierno durante las once horas de tensión con los efectivos de la Policía Bonaerense que se mantenían acuartelados en La Plata.

Pérez, tras participar de la reunión de Gabinete, salió públicamente a advertir a los policías que se mantenían amotinados en el departamento platense de la Dirección de Infantería, que el Gobierno que conduce Scioli «de ninguna manera va a tolerar presiones, extorsiones ni condicionamientos».

A su turno, Casal -quien fue una vez más ratificado en su cargo por Scioli- fue el único ministro que no participó este mediodía de la reunión del Gabinete porque estuvo en Buenos Aires, siguiendo los pormenores del conflicto con los policías que rechazaban la desafectación de los efectivos que se enfrentaron con militantes de la agrupación kirchnerista La Cámpora el pasado lunes en la Legislatura.

Los mensajes dados públicamente por Pérez y por Casal fueron claros en el sentido de que el Gobierno bonaerense «no tolerará presiones ni extorsiones» y en ratificar la «desafectación» de los policías investigados por los incidentes.

De esa manera, prefirió mantener de aliado al kirchnerismo y al gobierno nacional, al resistir el reclamo de los uniformados para que en la investigación de la División de Asuntos Internos se cambie la carátula de «desafectación» inicial -por la cual perdían el 50 por ciento del sueldo, no podían vestir uniforme, placa ni arma- por la de un pase transitorio a «disponibilidad» es decir, no cumplir funciones pero cobrando sueldo normal, hasta tanto Asuntos Internos establezca su grado de responsabilidad en los incidentes.

A través de Pérez, Scioli ratificó la «firme decisión» del Gobierno provincial de separar a los policías involucrados en los incidentes con militantes de La Cámpora en la Legislatura provincial.

Asimismo, los flamantes subsecretarios de seguridad que desde el lunes tienen a cargo la conducción política de la fuerza, fueron quienes encabezaron las reuniones con los seis policías desafectados, para convencerlos de que levanten la medida de protesta y declaren con «todas las garantías» de poder presentar su defensa, ante la División de Asuntos Internos.

Con este conflicto, sumado a la decisión de poner dos civiles en la conducción operativa de la policía, Scioli respondió a las presiones que desde la Casa Rosada impulsó la propia ministra de Seguridad, Nilda Garré, semanas atrás, antes de la definición del nuevo gabinete, para que cambie el rumbo de la política de Seguridad -que en su momento lo enfrentó al ex presidente Néstor Kirchner- y deje subordinados a los jefes policiales a las órdenes políticas.

En la reunión, según relató uno de los funcionarios presentes a este portal, hubo un compromiso expreso por parte del Poder Ejecutivo de ‘acelerar’ la investigación abierta tanto en asuntos internos como en la Justicia penal, para deslindar responsabilidades por los hechos que se sucedieron en la Asamblea Legislativa en la que Scioli reasumió el cargo, cuando se cruzaron con militantes de la corriente peronista alineada con el kirchnerismo, la Cámpora