ECONOMÍA: ALERTA GREMIAL POR DESPIDOS EN UNA DE LAS EMPRESAS ALIMENTICIAS MÁS GRANDE DEL PAÍS
Tensión en Molinos Río de la Plata: denuncian despidos masivos, recortes salariales y violaciones laborales. Gremios en alerta y clima caliente.

Molinos Río de la Plata, una de las principales empresas alimenticias del país, enfrenta un conflicto gremial de alto voltaje en su planta de Esteban Echeverría. Trabajadores y delegados denuncian despidos, rebajas salariales y un deterioro creciente en las condiciones laborales. El plan de ajuste fue atribuido por la empresa a una caída de ventas, aunque los operarios sostienen que es parte de una estrategia para aumentar la producción con menos personal y en un contexto nacional que, aseguran, es hostil hacia los derechos laborales.
Según la Comisión Interna de la planta, el grupo empresario propiedad de la familia Pérez Companc —cuarta más rica del país, según el ranking de Forbes— comenzó el 9 de mayo con reuniones informales con grupos reducidos de operarios. Allí, según relataron los delegados, la firma comunicó su decisión de aplicar despidos y quitar adicionales salariales incluidos en el convenio colectivo de trabajo. La medida fue ratificada el miércoles 21, pese al rechazo sindical.
“Quieren producir lo mismo con menos gente y eso lo pagaremos con hambre de las familias de los operarios despedidos y con la salud de quienes sigan trabajando. No lo vamos a permitir”, advirtió Luciano Greco, delegado de la Comisión Interna. La planta cuenta actualmente con unos 200 puestos laborales que, según Greco, están dispuestos a “defender”.
Los trabajadores calificaron la iniciativa como una «extorsión de la empresa», denunciaron un intento de forzar despidos ilegales y alertaron que el nivel de personal propuesto por la compañía haría inseguro el trabajo en las líneas de producción. La Comisión Interna sostuvo que esta modalidad “deja la operación en la ilegalidad”.
Un ajuste con impacto en la salud y los derechos
Además de la reducción de personal y el recorte de adicionales salariales, desde el gremio advirtieron que la empresa dejó de realizar denuncias por accidentes laborales ante la ART, lo que obliga a los trabajadores a gestionar los trámites por su cuenta. Esto, según afirmaron, puede derivar en atrasos en el cobro de licencias médicas y en la pérdida de derechos adquiridos.
Greco también aseguró que Molinos desconoce “muchas de las licencias por enfermedad” y que esta política se “replica en todas sus plantas”. En ese marco, vinculó el accionar de la empresa con “la política antisindical y anti trabajador del gobierno nacional de Javier Milei”.
Frente a esta situación, el personal se mantiene en estado de alerta y no descarta avanzar con nuevas medidas de fuerza si la empresa no da marcha atrás.
El argumento empresarial: caída de ventas y pérdidas millonarias
Desde la empresa, la explicación oficial apuntó a una fuerte caída del consumo y al desfasaje entre precios y costos. En su último balance, Molinos Río de la Plata informó pérdidas por $5.460 millones durante el primer trimestre de 2024. Según el documento, los costos de venta unitarios aumentaron un 24% mientras los precios solo lo hicieron un 8,4%, muy por debajo de la inflación del período, que fue del 55,9% según datos del INDEC.
En términos reales, los ingresos netos de la empresa cayeron un 25,9% respecto del mismo trimestre del año anterior. Aunque se registró un leve repunte del 6,1% en el volumen de ventas, la pérdida de rentabilidad se impuso como tendencia dominante.
Molinos reconoció que “los precios aumentaron por debajo de los costos” y que el consumo interno sigue “deprimido”, lo que habría motivado el recorte de gastos.Fte. GPL