MAXIMO KIRCHNER ENFRENTADO CON KICILLOF EXPRESÓ ANTE UNA DOCENA DE INTENDENTES “BUENO YA QUE NO TENGO VOTOS, VAMOS A LA CANCHA”
Máximo Kirchner juntó a una docena de intendentes luego de que Axel Kicillof le entregara ciento de millones de pesos a cada uno. La interna se recrudece
“Bueno, ya que no tengo votos, vamos a la cancha. Estoy harto de los que me dicen cualquier cosa, me operan, hablan con todo el mundo diciendo lo horrible que soy” expresó, palabras más, palabras menos, Máximo Kirchner ante una decena de intendentes que recién habían terminado de recibir una andanada de millones de pesos de manos del rival interno del hijo de los dos presidentes, Axel Kicillof.
“Es extraño todo… El gobernador es una persona ordenada, nunca te va a dar menos de lo que te corresponde, te gira los fondos cuando llega la fecha… Hoy a algunos nos dio más o menos, según lo que corresponda, e igual no tiene la empatía ni tenemos la cercanía que puede provocar cualquiera en su lugar”, le confesó un jefe comunal que participó de los dos encuentros.
El primero fue en Teatro Argentino en el que Kicillof entregó más de $37.500 millones de pesos entre los 135 municipios que componen la provincia de Buenos Aires. El otro, más reservado, fue a muy pocas cuadras de ahí, en la sede del PJ que preside el diputado Kirchner.
Desde hace algunos meses el jefe de La Cámpora viene advirtiendo sobre “las operaciones que me estoy comiendo” según sus propias palabras. Cuando dice esto u otros dichos más fuertes son pocos los que se animan a contradecirlo. Quizás el único que le discute en la cara es el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, uno de los habitués en sus convocatorias pero que siempre le recrimina su alianza con Emilio Pérsico que persigue destronarlo a través de su esposa, Patricia Cubría.
“Yo no tengo plata. No tengo cargo. Bueno, hasta esa ventaja les doy”, se ufanó el lunes en la reunión a la que convocó con intendentes y denostó contra quienes se la pasan hablando “barbaridades de mí y de Cristina”. El más apuntado fue Jorge Ferraresi, pero también cayó en la volteada el propio gobernador, a quien, dice, su madre lo ayudó en todo lo que es.
Autorizado por Cristina Kirchner, Máximo le exige definiciones a Axel Kicillof y al peronismo
“No puede ser que no pare a los que dicen barbaridades y operan por los medios”, reiteró. Ahí ingresan, además, sus ministros Andrés “El Cuervo” Larroque y Carlos “Carli” Bianco. El primero, además, era su mano derecha y jefe de La Cámpora bonaerense hasta hace dos años, oportunidad en la que Facundo Tignanelli le ganó la pulseada interna. Y Bianco es el ladero y amigo del gobernador. No lo dijo, pero Kirchner sostiene que tanto ellos como muchos otros tienen los cargos que tienen por la potencia electoral de su madre.
Un amante de las estadísticas y las similitudes entre distintos procesos políticos describió que “lo que viene para el gobernador no es muy venturoso. Sin plata, el desgaste se lo va comer todo él”. Por supuesto, es uno de los que estuvo en la reunión con Máximo tras recibir más de $400 millones por el fondo especial pactado en la aprobación del presupuesto de este año.
La última vez que estuvieron junto en una reunión luego de la derrota de diciembre pasado.
“Va a ser muy difícil enfrentar a Cristina… Ella electoralmente siempre fue más fuerte que Néstor. Es increíble, pero es así, aunque a todos nosotros nos gustaran más sus métodos y formas que las de ella”, inició su relato el jefe comunal ante MDZ, y prosiguió: “Fijate que él nunca pudo ganar una elección fuera de Santa Cruz. Cuando fue presidente lo hizo porque Menem, que había ganado la primera vuelta, no se presentó. Y luego, en 2009, perdió contra “Alica Alicate” mientras que Cristina ganó dos años después con el 54% de los votos”.
Efectivamente, Néstor Kirchner, quien había armado una lista de “testimoniales” junto con Daniel Scioli, entonces gobernador, y Sergio Massa, jefe de Gabinete, perdió contra el empresario supermercadista y oriundo de Colombia, Francisco De Narváez. La potencia de la ex presidenta es tan grande que seguramente obligará a revisar la estrategia de todos los que estaban pensando disputarle el poder. “Una cosa es pegarle al hijo, pero otra muy distinta es a Ella… Se complica, y ni siquiera Axel creo que esté dispuesto a eso”.
Un experimentado funcionario que sigue duplicando su trabajo como funcionario provincial y municipal part time reflexionaba días atrás que “me parece que el gobernador no tiene que dejarse tentar por los que le exigen una independencia que ellos no tienen. Ellos lo impulsan pero después se van a quedar quietos”, analiza.
“Además, hasta ahora, las experiencias de quienes ganaron dos años antes no son buenas. Fijate lo que le pasó a Sergio (Massa) en 2013, que no pudo llegar al ’15. Lo mismo le pasó al pelado (Horacio Rodríguez Larreta), que le ganó a Mauricio (Macri) en el ’21 pero terminó desflecado dos años después”, agregó.
Con su maniobra, Cristina y Máximo también pasan por arriba lo aprobado en el último congreso nacional del Partido Justicialista, en la que se había conformado una Mesa de Acción Política sobre cuya composición había protestado el propio jefe del peronismo bonaerense. La intención es realizar una interna a la vieja usanza, con solo afiliados, sin que participen independientes que no estén en el padrón electoral.