El cierre de listas y la candidatura presidencial de Sergio Massa generó un cimbronazo en la militancia peronista. El amague con Wado de Pedro y la posterior inclinación por el ministro de Economía por parte de CFK dejó un halo de frustración en ciertos sectores de las bases, no sólo en las estrictamente kirchneristas. Los movimientos sociales, esa enorme red de contención y articulación política de los sectores populares, tampoco sintieron que sus agendas y discusiones como sector quedaran suficientemente representadas en la fórmula “de unidad” de Unión por la Patria. La principal expresión de ello es la candidatura de Juan Grabois, que se sostuvo con la venia de CFK pese a los intensos esfuerzos de la alianza entre el kirchnerismo y el massismo por bajar la candidatura de Daniel Scioli y que no hubiera PASO.  Otro elemento en esa misma línea es la imposibilidad por parte de los movimientos sociales para construir un posicionamiento unificado en relación a la interna oficialista.

Allí, una de las principales incógnitas pasaba por cuál sería la definición del Movimiento Evita, la organización social más importante del oficialismo, que osciló en estos años del FdT entre un férreo apoyo al Presidente Alberto Fernández, momentos de tensión de alto voltaje con CFK y La Cámpora, y un nuevo acercamiento con el kirchnerismo a partir del vacío político en el que fue cayendo el albertismo y la necesidad de construir acuerdos de cara a los cierres de listas en los que el Evita buscaba sostener su estrategia en los territorios, principalmente la provincia de Buenos Aires.

Este martes, una mesa política de la conducción del Evita se reunió en la central que el movimiento social tiene en la zona sur de la CABA y de allí surgió una definición por la indefinición. Lo refractario de la figura de Massa para muchos sectores de la organización resulta una traba para un apoyo total a su candidatura. La cercanía y el camino recorrido en conjunto con Juan Grabois no alcanzan, a pesar de las agendas en común, para apoyarlo a él desconociendo el peso de la fórmula mayoritaria de UP.

En esa encrucijada, el Evita no tomará partido orgánicamente por ninguna de las dos listas y su conducción habilitó una “libertad de acción” para que la militancia se organice en los territorios buscando todos los votos posibles para ambas boletas. Dato no menor, la dos fórmulas llevarán a los candidatos del Evita en los distritos donde la organización logró presentar sus propias candidatura.

El Evita se fue desacoplando progresivamente de un gobierno al que nunca dejó de defender pero en cual se sintió cada vez menos contenido. El fracaso del albertismo en su intento de plantearle una interna a CFK y, sobre todo, los resultados de su gestión económica, fueron llevando al movimiento social a un lugar incómodo: enfrentados al kirchnerismo y sin una terminal política concreta en el gobierno nacional. Ese contexto aceleró la conformación de La Patria de los Comunes, el partido que armaron junto Barrios de Pie en pos de una autonomía política donde ningún otro sector les condicione la defensa de los intereses del sector social al que representan.

Desde ese lugar es que hoy la organización no siente la necesidad de posicionarse por uno u otro candidato y prioriza la estrategia y construcción propias de cara a las PASO, sin sacar los pies del plato y apostando a un triunfo de UP, pero sin condicionar su propia política a ninguna de las dos fórmulas que llevará la alianza a las urnas. En eso se diferencian de sus compañeros de Barrios de Pie, que salieron en boca de su principal referente, Daniel “Chucky” Menéndez, a apoyar abiertamente la candidatura de Massa, posicionamiento que se oficializó con un documento este miércoles.

“Ni el Evita, ni La Patria de Los Comunes va a firmar ningún documento . Nuestra prioridad son los 8  candidatos locales a intendentes que son todos muy competitivos, y en el cuarto oscuro estarán con las dos boletas” dijo  Gildo Onorato, referente del Evita y presidente de la pata bonaerense de La Patria de los Comunes. La firmeza de sus afirmaciones surge de la falta de acuerdos totales en la organización, donde hay banca tanto para Massa, “el candidato de la estabilización”, como para su compañero de UTEP, Juan Grabois.

“Hemos dado libertad de acción a nuestra militancia. Yo personalmente voy a votar a Juan Grabois, porque considero  que son importantes los años de lucha por la agenda de tierra techo y trabajo y porque construimos desde su fundación (El MTE y el Evita) el sindicato de la Economía Popular” sostuvo el dirigente bonaerense a Diagonales, expresando una de las líneas entre las que se debate hoy el Evita. A diferencia suya, por ejemplo, Fernando “Chino” Navarro manifestó hace unos días que Massa “llega a encabezar el proyecto de país de Unión por la Patria porque tiene el apoyo de los gobernadores, sindicatos e intendentes” y que su candidatura logra sintetizar al peronismo.

Por su parte, el líder del Evita, Emilio Pérsico, no tomó partido públicamente por ninguna de las fórmulas, y es esperable que no lo haga, ya que significaría una señal muy fuerte dentro de la organización. “Emilio va a juntar votos para la Colo” ironizaban en el movimiento social en referencia a una de las principales cruzadas que afrontará el Evita, con la candidatura de Cubría en la interna con Fernando Espinoza en La Matanza.

Onorato la da un sentido táctico a la decisión de la organización, sin dejar de resaltar que desde su mirada es también lo más conveniente para el conjunto de UP: “no tenemos necesidad de fijar posición orgánica antes de las PASO porque ambos candidatos suman votos  para Unión por la Patria, tenemos que ganar en octubre y necesitamos los votos de todos”.

En ese sentido, el Evita piensa una campaña en tres etapas. Hacia las PASO, la definición es potenciar las dos boletas de UP, buscando todos los votos posibles en todos los territorios. Entre agosto y octubre, el foco estará puesto en ganar la elección y la militancia se ordenará tras la lista ganadora en las internas. En caso de llegar al balotaje, la apuesta será a todo o nada y también dependerá del adversario que haya enfrente. Por último, entre noviembre y el 10 de diciembre también habrá un proceso de reorganización, que dependerá del resultado de una eventual segunda vuelta y la estrategia política a adoptar frente al nuevo gobierno.

ACUERDO CON LA CÁMPORA Y CANDIDATURAS PROPAS EN LOS DISTRITOS

Desde hace tiempo el Movimiento Evita se enfocó en la construcción de referentes propios, surgidos de la militancia y los territorios, a partir de los cuales renovar la oferta política en los municipios con las agendas de los sectores populares. En muchos de esos territorios, el choque directo es con los jefes comunales del PJ, razón por la cual tanto en 2021 como este año hubo listas que se terminaron bajando y candidatos que no llegaron ni llegarán a competir en las urnas. Paradójicamente, en esa tensión en los municipios con el PJ, el Evita encontró una confluencia de intereses con La Cámpora que terminó expresándose en un acuerdo en el último cierre.

El movimiento social presentó un total de 13 postulaciones en municipios de la provincia al inicio de las negociaciones. De esas 13, finalmente 8 candidaturas llegarán a las PASO del 13 de agosto. En el Evita consideran esto un triunfo político, a partir del acuerdo al que arribaron con Máximo Kirchner y por el cual presentarán las siguientes candidaturas: La Liz Diaz competirá en la interna de Tres de Febrero; Milagros Moya en Lobos; Agustín Balladares en Lanús; Leonardo Grosso, actual diputado nacional, irá por la intendencia de San Martín; Patricia Cubría buscará destronar a Espinoza en La Matanza; Mariel Fernández irá por su reelección en Moreno; Ignacio Medina competirá en Marcos Paz, y Daniel Yuse hará lo propio en Navarro.

En medio de las negociaciones, algunas de esas candidaturas y otras que terminaron dándose de bajo, se trabaron. En concreto, al Evita le pedían bajar sus listas en Lanús, Tres de Febrero e Ituzaingó. En el municipio del sur del conurbano, La Cámpora lleva a Julián Álvarez y el massismo a Nicolás Russo. En Tres de Febrero, Juan Debandi es la opción con la que Máximo Kirchner viene intentando competir con Diego Valenzuela. Por su parte, en Ituzaingó el histórico Barón del conurbano, Alberto Descalzo, se corrió de una candidatura por primera vez desde 1995 y nombró a su hijo Pablo como su sucesor. Este fue el único caso en el que el Evita tuvo que aceptar bajar la candidatura de su referenta en el distrito, Natalia Peluso, a raíz de que Descalzo no consiguió nada en el cierre provincial y se plantó en su municipio. Desde la organización social afirmaron que le harán campaña con boleta corta “por mezquino”.

La prenda de negociación para que la organización de Pérsico bajara esas tres candidaturas era un lugar en la lista de diputados nacionales, que podía ser entre el 12 y el 15, con relativas posibilidades de entrar a la Cámara Baja. Pero la decisión fue sostener las candidaturas y las construcciones en los territorios, donde el Evita apunta a crecer y lograr un peso propio que lo acerque a la posibilidad de replicar la experiencia de Moreno, donde Mariel Fernández le ganó la interna a Walter Festa y se convirtió en la primera intendenta de los movimientos sociales en un distrito de enorme importancia para el peronismo.

De las listas que quedaron, algunas tienen más proyección que otras. Cubría en Matanza y Grosso en San Martín son las apuestas más fuertes por la contundencia de ambos referentes y el peso específico de los distritos donde disputan. Allí, los armados territoriales vienen alineando una multiplicidad de actores que le da una fuerza a considerar a esas candidaturas.

Por su parte, las de Balladares y Moya son otras dos candidaturas en las que el Evita deposita altas expectativas. El candidato de Lanús ya supo cosechar un 15% de los votos de su distrito en la interna del FdT hace cuatro años. Milagros Moya, por su parte, aparece como la opción más potente de UP en Lobos. Una encuesta Proyección posiciona a la candidata del Evita como ganadora de la interna con Martín Carriqurly por 28% a 12%, mientras que la interna de JxC la ganaría Jorge Etcheverry con el 30% sobre Gastón Sandoval con 10%. Esos números, que entusiasman al Evita, muestran a Moya con chances de ganar el distrito.

Los casos de Marcos Paz y Navarro tienen la particularidad de que allí la organización de Emilio Pérsico competirá con partidos vecinales, luego de no haber llegado a un acuerdo con la totalidad de UP. Ignacio Medina encabezará la lista de Marcos Paz Tiene Futuro, y Daniel Yuse hará lo propio con Navarro Renace.

REPRESENTACIÓN POLÍTICA EN EL NUEVO CICLO

La cercanía de bases y referentes del Evita con la propuesta de Grabois responde a mucho más que una coyuntura electoral. La agenda de Tierra, Techo y Trabajo, el sujeto social emergente de la economía popular y que hoy no encuentra representación en el sistema político argentino, son puntos de contacto de un planteo profundo y a futuro. La lectura de un ciclo político agotado en las representaciones de CFK y Mauricio Macri que circula en sectores del movimiento social, pone el foco de su construcción en un futuro no tan lejano donde esos emergentes puedan disputar la centralidad de la escena política, sin depender de las estructuras tradicionales. “Que hoy haya 8 candidatos a intendentes de los movimientos sociales no es poca cosa. Habla de una representación política de un sujeto social que el sistema no contempla más allá de los márgenes y la contención, pero que encarna una nueva mayoría social” explica Gildo Onorato.

La fundación de La Patria de los Comunes va en ese sentido. La aspiración de las organizaciones sociales es ganar autonomía política representando a su sector e independizarse de las estructuras tradicionales. En ese camino, resaltan algunas conquistas recientes que funcionan como un faro hacia adelante: Victoria Lorenzo obtuvo el 2022 el 9% de los votos para la intendencia de Santiago del Estero; Silvia Horne cosechó un 12% en las elecciones a gobernador de Río Negro a principios de este año; en los recientes comicios en Formosa, Omar Alejandro Moreno se consagró como el nuevo intendente de la localidad de El Chorro; en Yuto, provincia de Jujuy, el Evita logró la intendencia con su candidato, David Abraham; por su parte, David Domínguez se impuso en la elección para intendente de Ullum, en San Juan.

El Evita y los movimientos sociales ven en estas conquistas lo que esperan sea un germen de una nueva etapa política, en la que los candidatos surgidos directamente de los sectores populares comiencen a ganar más protagonismo y centralidad. La Patria de los Comunes es la herramienta a la que dieron nacimiento para direccionar ese proceso, y en los próximos turnos electorales es de esperarse que cada vez haya más candidaturas surgidas de ese espacio.

En este sentido, la coincidencia coyuntural de algunos sectores del Evita con la candidatura de Juan Grabois se da sobre la base de una coincidencia estratégica más profunda. En la Argentina que viene, estas referencias serán las que buscarán canalizar las demandas y aspiraciones de lo que Onorato define como “un sujeto social emergente, que fue la principal resistencia al gobierno de Macri, el principal sostén social para que no explotara todo durante la pandemia, y que está llamado a ser el protagonista de un nuevo ciclo político”.Fte. D