Los combustibles no paran de subir y eso complica la estimación de la inflación dispuesta para este año por Guzmán en un 29%. YPF había anunciado que aumentaba un 15% los combustibles en tres tandas: un 5% en marzo, otro tanto en abril y el resto en mayo. Pero esa cifra no incluía la carga impositiva en el despacho de naftas, que subió el último viernes. Así, el primero de esos incrementos, que regirá desde la hora 0 de este martes, será finalmente del 7,9% en la Ciudad de Buenos Aires y del 7% en el resto del país.

Aunque la petrolera todavía no comunicó su nueva lista de precios, se estima que el litro de nafta súper subirá de $ 75 a $ 81 en la Ciudad. El promedio de los aumentos en CABA alcanzará el 7,9%.

En el resto del país, donde los importes son más altos, la suba será del 7% promedio. Esto es porque la empresa considera que hay mucha diferencia entre los precios porteños y los del interior, situación que busca equilibrar.

Directivos de la compañía negociarán con el Ministerio de Economía para que no haya suba de impuestos en junio y septiembre, con el objetivo de que el impacto en los surtidores no resulte mayor.

Las demás petroleras casi siempre siguen a YPF con los aumentos el mismo día o a la jornada siguiente. En ese sentido, es de esperar que haya ajustes generalizados, a menos que alguna quiera despegarse con una estrategia diferente.

Las ventas de las estaciones de servicio están aún entre 12% y 15% por debajo de los niveles prepandemia.

Cabe señalar que YPF ya subió un 40% los precios entre agosto de 2020 y febrero último. Los fabricantes de productos de consumo masivo se quejan frente al Gobierno. Dicen que les imponen precios máximos, mientras sus costos -como el de transporte y logística- suben y seguirán subiendo.