Por Mario Miño. Durante muchos años la sociedad argentina fue cautiva de cientos de paros, protestas y piquetes. Dirigidos por
sindicalistas e integrantes de las llamadas
Organizaciones Sociales, que mas que reclamar por los trabajadores , se disputan el
PODER.  Cada vez que habÃa un paro, la sociedad no tenia como expresar si apoyaba o rechazaba el movimiento, ni siquiera aquellas personas que viven en el mismo barrio.  No tenÃan  forma de saber que pensaban sus vecinos acerca del mismo. Solo  mirando la televisión o escuchando la radio tomaban conocimiento de lo que expresaban los dirigentes que habÃan llevado adelante la medida de protesta,casi siempre el  paro  habÃa sido una fiesta o un triunfo, según fuera el sindicalista que daba la nota. Esto fue asà hasta que  apareció la tecnologÃa y a través de las redes sociales, todos  nos fuimos  enterando de la realidad de lo ocurrido y de las opiniones de la gente. Asà  mas conocimos en muchas oportunidades y hasta la fecha que cerca del  80% de los argentinos rechaza los métodos utilizados  por los sindicalistas y los dirigentes sociales. Una confirmación de ello fueron la gra cantidad de paros  docentes que pusieron a la luz lo que estamos describiendo. Â
Los mismos docentes casi en un en un alto porcentaje rechazaron  estos métodos y se lo hicieron saber a su conducción, de hecho hace una semana que no hay paro de maestros y los chicos concurren en forma normal mas allá de que continúa la discusión salarial.
Seguramente los dirigentes sociales y los  sindicalistas tendrán que elegir nuevos métodos para reclamar sus derechos como lo establece la Constitución Nacional  y no violar los derechos de los demás ciudadanos..