RECUERDO DE UNA VISITA NOCIVA

Artículo producido por el Dr. Hugo López Carribero, Abogado Penalista. El viernes pasado, el corresponsal en Buenos Aires de Diario Rombe, Hugo
Lopez Carribero, a través de su programa radial en el FM 93.3, “El Poder
de la Justicia”,  se avocó a recordar el traumático paso por Argentina de
Teodoro Obiang, acaecido en el mes de febrero del año 2008.

Lopez Carribero, se refirió a la tormenta de las justas críticas que desde
un importante sector del Parlamento se manifestó por la visita del
dictador africano.

En tal sentido se recordó las observaciones que los entonces senadores
Samuel Cabanchik y María Eugenia Estenssoro de la Coalición Cívica de la
Ciudad de Buenos Aires, vertieron contra  el Poder Ejecutivo Nacional, al
aceptar que Obiang sea recibido con honores de Estado (Ver video adjunto).

En años 2008, las criticas fueron recogidas por todos los medios
nacionales y, como no podía de otra manes, a partir de allí los ciudadanos
argentinos comenzaron a interiorizarse sobre la realidad social que Guinea
Ecuatorial sufre desde el año 1979, con al llegada al poder del dictador.

Durante el programa de radio se registraron también una importante
cantidad de llamadas telefónicas y comunicaciones por redes sociales,
donde los oyentes también rememoraron la desdichada visita del presidente
de facto a la Argentina.

Los mismos oyentes se pronunciaron a favor de condenar al régimen
dictatorial del gobierno de Guinea Ecuatorial, de manera terminante. En
especial por su desprecio constante y uniforme a los derechos humanos y a
la libertad de prensa, de forma sistemática.

Al final del programa, Lopez Carribero invitó a sus oyentes a consultar
diariamente a Diario Rombe, para poder evaluar la verdadera gravedad y
dimensión de la problemática.

Pronto de cumplirán 7 años de aquella nociva visita para la democracia en
Argentina, un país que curiosamente conoce los efectos feroces y
despiadados de las dictaduras, pues por ultima vez padeció una dictadura
entre los años 1976 y 1983, cuando el Congreso quedó ,y el Gobierno en
manos de un puñado de oficiales militares, que generaron 30.000 personas
desaparecidas y un endeudamiento económico que aún hoy se debe hacer
frente con las arcas del Estado Nacional.