viernes 26 de abril de 2024 09:14:37

POLITICA: El Kicherismo los usa y los descarta como a los gendarmes y a los votantes

581773_480854685301369_242193326_n (1)De a poco, sin prisa y sin pausa, de manera disimulada, silenciosa y
solapadamente los gendarmes regresas en sus respectivas provincias.
Hombres y mujeres que fueron sometidos a la más burda de las payasadas
gubernamentales en materia de maquillaje y colorete de la seguridad. Con
sueldos míseros y hasta paupérrimos (teniendo en cuenta el nivel de gastos
a los que se los expone virulentamente), y peores condiciones de
alojamiento, se vieron en la necesidad de dormir donde los sorprendía el
sueño.
La responsabilidad de las autoridades, por la seguridad ciudadana, duró
menos que el entusiasmo de un adolescente que se creía enamorado.

Una situación efímera, fugaz, momentánea, provisoria y temporal. Tan
miserable como el contenido electoral que la movilizaba. Avara, tacaña,
mezquina y roñosa.

Un espectáculo dantesco, espantoso e impresentable. Desde ya que ni
siquiera los fanáticos del modelo nacional y popular lo creyeron, a pesar
de pretender ponderarlo de la boca para fuera.

Con este circo, el gobierno se encargó decididamente de ridiculizar la
sensación de inseguridad de los ciudadanos de a pie. Escupió alegremente y
de manera eficaz la inteligencia de los votantes.

Es cierto que la seguridad es un problema serio, pero ¿se puede ser tan
malvado y dañino desde el aparato de Estado? El Gobierno nacional piensa
que si.

En este marco Daniel Scioli fue usado para colaborar en la escena, para
estar en fotografía de los gendarmes en Ciudad Evita, junto con quien era
hasta ese entonces su Ministro de Seguridad, Ricardo Casal.

El Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, sigue tragando saliva,
ahora que observa a Jorge Capitanich, como el posible sucesor de CFK. A
Scioli, son pocas la cosas que le han salido bien, sino que para decirlo
mejor anda de mal en peor, y nada indica un buen pronóstico a mediano y
largo plazo.
Así es el Kicherismo, los usa y los descarta, como a los gendarmes y a los
votantes.