VILLA TESSEI: Buscan a niña de 11 años desaparecida
La madre de una niña de 11 años denunció que su hija desapareció ayer luego de salir de su casa para encontrarse con unas amigas con quienes asistía a un grupo de scout, en la parroquia San Pablo Apóstol, de la localidad bonaerense de Villa Tesei, partido de Hurlingham.
Nancy Labrador, mamá de Candela Sol Rodríguez, dijo que su hija desapareció ayer entre las tres y tres y media de la tarde en la esquina de su casa, en donde esperaba a un grupo de amigas.
“Estaba en la esquina de Bustamante y Coraceros de Hurlingham esperando a cuatro amigas para ir a la reunión del grupo scout de la parroquia”, contó.
Debido a que las amigas no la encontraron “vinieron a mi casa y ahi nos dimos cuenta de que algo le había pasado”, señaló la mujer.
Dos policías que patrullaban la zona “la vieron parada en la esquina pero no notaron nada sospechoso”, informó Labrador.
Candela tenía un celular que no funciona porque sólo lo utilizaba para sacar fotos. La familia realizó la denuncia en la comisaría segunda de Villa Tesei “y enseguida el personal policial se puso a buscarla” confirmó la madre de Candela.
La mujer señaló que se reunió con el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, “que me dijo que están patrullando todo el conurbano con colaboración de Gendarmería y Prefuctura y que se comunicaron con Migraciones para alertar en las zonas de frontera”.
La niña “mide 1,60 metros y tiene el pelo largo hasta la cintura, flequillo que ayer llevaba recogido”, dijo la madre y agregó que vestía “un tapado negro, una campara negra, un pantalón de jean oscuro y zapatillas de jean”.
Esta noche, la mujer encabezó una movilización en Villa Tesei reclamando la aparición con vida de su hija. “Yo apunto a que mi hija se la llevaron. Es un instinto de madre. Ella es una chica buena, abandaderada. Ella no iba sola a ningún lado. No sabe cómo viajar a Buenos Aires. Es una chica que siempre llama”, dijo la mujer a la prensa.
“A ella se la llevaron. A mi hija la robaron”, denunció, y apuntó a una red de trata. Por Luis Sangiorgio