SAN ISIDRO: A la hora de comprar o alquilar una vivienda no le pregunten al dueño de la Inmobiliaria
El hijo del dueño de una conocida inmobiliaria de la zona norte del conurbano bonaerense está prófugo acusado de entregar a sus propios clientes para que sean asaltados por una banda que operaba en las inmediaciones
El joven tiene 27 años, es gerente de Emprendimientos y Marqueting, e hijo del dueño de DIC propiedades, una inmobiliaria que tiene sucursales en Martínez, San Isidro, Olivos, Florida y Carapachay.
En las últimas horas se llevaron a cabo catorce allanamientos en distintos puntos de Moreno y San Isidro, donde fueron detenidos tres presuntos integrantes de la banda, entre ellos un empleado del sector de ventas en la sucursal de Olivos.
En dichos procedimientos se secuestraron 52 armas de fuego, 31 revólveres y 21 pistolas. En tanto que se incautaron más de 5 kilos de marihuana y casi 2 kilos de cocaína. También se secuestraron 44 autos, 23 motos y 299 autopartes.
Los voceros dijeron que el empleado era el nexo entre los miembros de la organización que se encargaba de tomar por asalto a las víctimas y el hijo del dueño de la inmobiliaria, quien supuestamente aportaba los datos para que se concretaran los golpes.
La banda recibía información sobre las operaciones que se realizaban en las inmobiliarias, y luego abordaban a sus víctimas para asaltarlas. Por lo pronto, los investigadores acreditaron tres casos, aunque sospechan que la organización tendría relación con al menos cinco golpes más.
El último hecho ocurrió hace dos semanas en Martínez, cuando una banda armada intentó asaltar a una mujer que había cobrado 300 mil dólares de una operación que realizó en una de las sucursales de la inmobiliaria.
La organización comenzó a ser investigada a mediados del año pasado, aunque la sospecha es que empezó a operar mucho tiempo antes. Además, dijeron que los delincuentes que abordaban a las víctimas también participaron de golpes bajo la modalidad “boquete”.
Se investiga si participaron del robo a una galería comercial de Martínez, en la que se llevaron siete kilos de oro. Por Luis Sangiorgio