CAUSA URBANI:Testigo afirma que los delincuentes fotografiaron a la víctima mientras agonizaba

Una testigo afirmó hoy que los miembros de la banda que está siendo juzgada por el crimen de Santiago Urbani, ocurrido en 2009 en la localidad bonaerense de Tigre, fotografiaron a la víctima mientras agonizaba con un escopetazo en la cabeza con la cámara digital que le acababan de robar.
La adolescente, cuya identidad se reserva porque es menor de edad, declaró esta mañana ante el Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro, y aportó un dato hasta ahora desconocido en el hecho por el que son sometidos a juicio Oscar Pérez Graham (43) y Emiliano Herrera (21).
Pérez Graham está acusado de ser el líder de la banda que mató a Urbani y quien se encargó de reclutar a los dos menores de edad que ya están condenados por el caso.
La testigo de hoy contó que era amiga de los imputados y que poco después del crimen concurrió a una reunión a la casa de uno de ellos, donde le dieron una cámara de fotos digital.
«La prendí, empecé a mirar y vi una foto del chico fallecido con un tiro en la cabeza», relató la adolescente y, ante el estupor que su relato generó en los presentes, la madre de Urbani, Julia Rappazzini fue sacada de la sala de audiencias llorando.
Interrogada por las partes, la chica también dijo que no quiso seguir mirando las imágenes y que mientras lo hacía, los miembros de la banda «estaban muy tranquilos y hablaban de cualquier cosa»
El abogado de Rapazzini, Alberto Spagnuolo, recordó que cuando la banda entró a robar a la casa de los Urbani se llevó una cámara de fotos que sería la mencionada por la chica, así como una PC, una filmadora y otros elementos.
«Esa cámara nunca apareció, pero sabemos que la ofrecían en venta. Alguien del barrio donde vivían los acusados la compró, y sabemos que cuando supo el origen, después la devolvió a la madre de uno de ellos», explicó el letrado.
Respecto de la declaración, el abogado dijo que «es muy importante porque revela que (los delincuentes) no le pegaron un tiro en forma accidental y salieron corriendo, sino que hasta se quedaron sacándole fotos».
«Nos quedamos todos azorados cuando la chica dijo que vio la foto con el tiro en la cabeza», agregó.
El hecho ocurrió la madrugada del 10 de octubre de 2009, cuando Urbani llegaba a su casa ubicada en la avenida Liniers 1988 de Tigre, en su auto Chevrolet Corsa azul.
Cuatro delincuentes que llegaron en un Renault 18 robado lo interceptaron y amenazaron con armas y lo obligaron a entrar a la casa, donde dormían su madre y su hermana.
Mientras los delincuentes recolectaban los objetos de valor de la casa y los cargaban en el auto de Santiago, se escuchó un disparo, tras los cual los tres ladrones que habían ingresado a la casa escaparon en el Chevrolet Corsa de la víctima.
El asesinato se produjo cuando Urbani quedó solo en la habitación de su hermana, mientras ella y su madre estaban retenidas en el otro cuarto.
Los delincuentes escaparon con 2.000 pesos, una caja de acrílico con alhajas, una laptop, dos PC, una filmadora, una cámara digital, sedantes, tres celulares, dos guitarras eléctricas con sus pedales de efectos, una máquina de afeitar y una depiladora.
Incluso, la propia madre de la víctima contó ya en los dos juicios que luego de escucharse el escopetazo, el asesino de su hijo entró a su habitación y le exigió la entrega de «rivotril» y no se fue de la casa hasta que ella le dio una caja de calmantes.Por Luis Sangiorgio