martes 16 de abril de 2024 19:06:01

INSEGURIDAD INSOLITA: La Comisaría 1ra. de Zarate colocó un cartel que dice “Por razones de Seguridad deberá tocar timbre”

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LA PLATA.- “Por razones de seguridad deberá tocar timbre”. El cartel, lejos de indicar el ingreso a una vivienda particular o a una empresa, apareció pegado en la pared junto a la puerta de ingreso de la comisaría 1a. de Zárate.

Según explicaron las autoridades de esa seccional a la prensa local, la medida respondía a directivas del Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense, adoptadas tras la fuga de presos registrada en la comisaría 7a. de Glew el 27 de diciembre pasado (ver aparte), cuando un grupo comando ingresó en esa seccional, redujo a los efectivos que se encontraban allí y liberó a 11 detenidos.

Según lo informado oficialmente, la iniciativa consistía en colocar timbres en todas las dependencias policiales y mantener cerradas las puertas entre las 0 y las 7. También se dijo que la medida se relaciona con la baja cantidad de uniformados con que cuenta por estas horas la policía bonaerense, ya que muchos de ellos se encuentran abocados al “Operativo Sol” en la costa atlántica.

Luego de que la noticia alterara el ánimo vecinal y fuera dada a conocer no sin asombro por varios medios de prensa en Zárate, el letrero que llevaba el logo del Ministerio de Justicia y Seguridad y de la policía provincial fue retirado y la medida quedó sin efecto a menos de una semana de haberse puesto en práctica.

La Nacion pudo saber que, efectivamente, las máximas autoridades policiales bonaerenses dispusieron una serie de medidas para reforzar la protección de las comisarías de la provincia con el objetivo de evitar golpes comando como el ocurrido en Glew, partido de Almirante Brown.

Curiosamente, voceros ministeriales aseguraron no tener información sobre el asunto al que, orgánicamente, dijeron desconocer. No obstante, varios jefes departamentales confiaron a La Nacion la existencia de directivas para proteger las seccionales, aunque se negaron a revelar más detalles… por cuestiones de seguridad…

Fue el director general de Coordinación Operativa de la policía bonaerense, Salvador Baratta, quien se vio obligado a aclarar lo sucedido. “Todo se trató de un malentendido”, admitió el virtual segundo jefe de la fuerza provincial, consultado sobre el curioso cartel.

Baratta adujo que días después de que se concretara el golpe comando en Glew se conformó un comité de crisis con miembros de la cúpula policial, en el que se reconoció que había señales suficientes de vulnerabilidad de las seccionales de la provincia y que era preciso revertir una situación como la ocurrida en la seccional de Almirante brown.

Entre las medidas dispuestas, se solicitó a los jefes departamentales que, en caso de que las comisarías tengan varios ingresos, se deje abierta sólo la puerta principal por donde acuden los ciudadanos. Es así que, durante la noche, los portones por donde ingresan los patrulleros, las puertas traseras y cualquier otra entrada alternativa deben quedar cerrados con llave.

“En ningún momento se habló del cierre total de las comisarías”, aclaró Baratta, refiriéndose a la colocación del cartel en la puerta principal de la dependencia de Zárate.

“Puede haber algún caso excepcional en el que un detenido solicite ser atendido de urgencia. En este caso, la mayoría del personal de turno se ocupará de esa situación particular en la zona de los calabozos, que se encuentra, generalmente, en la parte trasera de las seccionales, pero uno o dos efectivos deberán permanecer custodiando la puerta de entrada de la comisaría”, se explayó el jefe policial. Es decir, no deberán estar todos en el mismo sector ni dejar áreas descubiertas

Baratta añadió: “Si esos policías consideran que pueden ser blanco de un ataque, recién ahí podrían cerrar la seccional, pero se quedarán para atender a los habitantes”. No era el caso de la comisaría 1a. de Zárate, donde actualmente no hay detenidos.
Marcha atrás

Ayer, en diálogo con La Nacion, el titular de la departamental de Zárate – Campana, comisario Mario Luis Caballero, reconoció como suya la idea de colocar la misiva para advertir a los ciudadanos que usen el timbre para ser atendidos durante la noche. “Pensé que era lo mejor para evitar que ingrese alguien mientras tenemos pocos efectivos en la comisaría”, argumentó.

La orden, que le fue impuesta a ocho seccionales de la zona, indicaba que debían cerrar con llave las puertas de ingreso de 0 a 7 para resguardar la seguridad del personal, y que si un ciudadano deseaba ser atendido tenía que tocar el timbre, tras lo cual un efectivo lo haría ingresar a la dependencia.

“No pensé que iba a haber tanto revuelo. No cayó muy bien la idea. Sólo quería resguardar el poco personal que se queda en la comisaría mientras el resto de los efectivos está patrullando”, dijo Caballero. Debido al cuestionamiento de la cúpula policial, el comisario tuvo que revocar su decisión.

Fuentes policiales aseguraron anoche que tanto Caballero como el titular de la comisaría 1a. de Zárate, Oscar Martignone, habrían sido sancionados, aunque no se informó sobre el alcance de esa decisión.Fte.lanacion.com.ar

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