viernes 9 de mayo de 2025 10:20:48

POLITICA: La ausencia de Balestrini en La Matanza causa problemas políticas al oficialismo

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Anarquía. Eso es lo que predomina en La Matanza desde que Alberto Balestrini fue internado víctima de un accidente cerebrovascular, que todavía lo tiene en la clínica. La continuidad del intendente Fernando Espinoza pende de un hilo, no por la aceptación popular sino por el rechazo que genera en la dirigencia que responde al vicegobernador y la idea de renovación que predomina en Néstor Kirchner.El último roce de Espinoza fue con el presidente del Concejo Deliberante local, Daniel Castro, quien además es el titular del Consejo Federal de Legisladores Comunales (Cofelco); ese organismo que funciona desde hace dos años pero comenzó a tener peso específico hace una semana, cuando Néstor Kirchner aceptó fogonear una ley que le otorgue presupuesto.

Se lo confirmó al propio Castro en Olivos, una reunión que no hizo más que acrecentar las diferencias entre el concejal y el intendente, dispuesto a barrer con todo lo que huela a balestrinismo.

Kirchner tomó nota de la anarquización de Espinoza y, al parecer, le vino como anillo al dedo para fogonear en el distrito más populoso del país lo que pretende expandir en cada rincón de la Argentina: internas abiertas, donde todos los que pretendan acompañar la causa oficial diriman sus nóminas para la general. La ley electoral es clara: quien pierda la interna no tiene chance de competir en la general con otro sello.

La pelea de Espinoza y Castro no fue en buenos términos y llegó a los oídos de la larga lista de aspirantes a gobernar La Matanza desde o por el peronismo, oficial u opositor.

Algunos son Juan Carlos Sluga, diputado nacional y líder de la Federación de Trabajadores Municipales; Rubén Ledesma, líder del Gremio de Comercio; Ariel Martínez (cercano a Eduardo Duhalde) y el diputado provincial Juan Carlos Piriz (con Felipe Solá). La última novedad es la del empresario frigorífico Ricardo Bruzzese, vinculado a Julio De Vido y dispuesto a competir.

Además de recibir a Castro en su residencia, Kirchner dio otra muestra de no estar dispuesto a apoyar la continuidad de Espinoza cuando fue a La Matanza a participar de una misa en San Justo para pedir por la salud de Balestrini. Poco antes encabezó un acto en el que no nombró al intendente, que se retiró furioso por esa omisión.

Espinoza llegó a la intendencia en 2005 cuando Balestrini dejó el cargo para mudarse al Congreso, donde fue presidente de la Cámara de Diputados por dos años, antes de ser elegido vicegobernador.

Para aceptar ese último traslado, Balestrini impidió que Jorge Ceballos, del Movimiento Libres del Sur y entonces aliado de Kirchner, sea rival de Espinoza en la elección comunal. El de La Matanza fue uno de los pocos que contaron con derechos de exclusividad para disputar la conducción de un distrito ese año, que quizá fue uno de los últimos.Textual de Fte.diariohoy.net